sábado, septiembre 23, 2006

Sergio Mirabelli

Nació en Anguil, La Pampa en 1976.

del libro Música de los días (2006, Museo Salvaje Ed.)

EL MURO IMPASIBLE

I

¿Qué manos secretas
levantaron el muro impasible
entre mi corazón y el sol?

¿Qué manos, al salir de la infancia,
me sumergieron en el lodo de la culpa,
en las hierbas devorantes del silencio?

Manos que yo besé aturdido
mientras danzaba ebrio de las sombras
y de la espuma amarga
que dejan todas las derrotas

¡Es verdad que he juntado tanta ausencia en esta copa!
¡He besado tanto la ceniza!
He bebido del agua melancólica de las tormentas
y he bajado, en silencio,
)mientras en mis dedos se deshacían
los últimos gajos del sol)
por las gradas somnolientas
de una torre enterrada
que conducían a un río de desquiciada sal
donde un muchacho con mi nombre te buscaba a gritos,
extraviado entre los pétalos alucinados de la noche
y he vagado tanto
perdido en el delirio de oscuros corredores
y he encerrado tanto mi estatura
entre espejos mordidos
que quizá yo llamara
con desprevenida sangre a mis verdugos.

ME IRÉ

un día me iré
por las hierbas azules
que crecen en el cielo

sabio y desnudo, hermoso y solitario
en una barca
sobre las crines salvajes del ocaso

atrás quedarán los hombres con sus pálidas linternas
atrás los días ebrios de cenizas
la luz tatuada de silencio
allí donde la noche pulsa y canta

un día el otoño me teñirá como a una música

no más sombras
no más sombra tatuada en el silencio
no más desangrarse las manos
al remontar el barrilete oscuro de los días

sabio hermoso y solitario
en una barca
un día me iré por la cabellera del viento

como esas hojas solas
hacia el perfume del jardín
las sombras, el sueño de la tierra